Encrucijada…

…Un segundo por favor…
Que pasaría si nos detuvieramos por un instante.. y luego de una suave inspiración… continuáramos adelante pero con otra visión del contexto, con desapego al vértigo que arrasa, por dotada capacidad de supervivencia, con toda posibilidad de encuentro con el punto de equilibrio real del ser, dejando atrás esos perniciosos paleativos que sedan y distan de ser el encuentro con la armonía o el equilibrio…

En cada filosofía podemos encontrar la metáfora que invita a decidir ... claramente, aunque no estemos preparados para comprenderlo o saber cual es la elección adecuada.. los taoistas lo simbolizan con el yin yan, la religión católica nombra el bien y el mal, Silvio Rodriguez habla de una silla en el camino y la famosa película me dio una pauta…
… de seguro has sentido esa sensacion de que algo que haces o debes hacer pasa a ser una carga… pero no una carga positiva sino que por el contrario, este factor desencadena mentalmente una sensacion de malestar tal que pasa a ser una más de las actividades que suman en la bolsa de cargas que la vida conlleva y que cargamos sin preguntarnos quizá porque me doy este destino…
Ojo que no hablo del sacrificio que hay que asumir en cuanto al deber con uno mismo y ante el grupo… hablo de esas desiciones que tomamos sabiendo que no son adecuadas, aunque sea en el inconciente, pero no le damos la posibilidad de salir y no nos permitimos elegir, cayendo en el fracaso de tener que hacer lo que no nos lleva por buen camino…
En un tiempo en el cual comprendí este suceso habitual, cotidiano que está implicado en el “que comer”; como y cuanto descansar; amar u odiar que también son ambas herramientas del ser en evolución, el guerrero espiritual…
Busqué una metáfora práctica para manifestarme en catarsis cuando participaba de alguna charla de esas que se dan por decantación, dado el estado de ánimo influyente, y asi moldeé la visión de la encrucijada… que es algo asi como pararse delante de dos rutas que vierten del camino central… estas son las dos unicas elecciones que podemos tomar entre tantas, son las dos necesidades reales del conflicto, y si abrimos nuesta alma hacia el bien podemos ver claramente cual de estas es la adecuada, que no quiere decir que sea la solución, tampoco tiene que ser la opción que deseamos, ya que el deseo nos juega la mala pasada de ser la droga que alimenta el estímulo desequilibrado, como fumar, que sabemos que nos hace mal pero nos gusta… ahora, si dejamos de hacerlo sentimos la certeza de que la elección fue la adecuada y que esta nos lleva por el camino verdadero hacia uno mismo, en el cual luego ya no hay camino ni tiempo sino que todo acontece sutilmente en armonía…
Asi es que te invito a probar… antes de responder inspira un poco de aire, probá que sucede…
Amigos nos vemos pronto, en la próxima encrucijada…